Archipiélago Gulag en Rumania: lo que nunca nadie había contado

 

En el centro de la celda-tumba de Jilava sobresalía un recipiente metálico, de unos setenta-ochenta litros, para la orina y las heces de setenta hombres

    La acogida se desarrolló según el mismo ritual siniestro y diabólico de profanación del hombre creado por el amor de Dios.

    Espero de corazón que este testimonio abra una ventana de Cielo. Porque es más grande el Cielo sobre nosotros que la tierra bajo nuestros pies.

   

 

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