Coronavirus. La Iglesia también sufre el contagio de una retórica vacía

 

En la coyuntura mundial de la pandemia actual no existe el más leve indicio de una intervención de la Iglesia “mater et magistra” que esté a la altura de su maternidad y su precepto universal.

    La gran peste contemporánea nos enseña que deberíamos liberarnos de los oropeles de la retórica eclesial que nos ahoga, “in capite et in membris”. Esta no tiene alas ni hondura en la mirada, y de lo único que es capaz es de un lenguaje consolador y benevolente.

    Para lucir palabras de este tipo ciertamente era innecesario que el amor de Dios se revelara en el dolor y en el poder cósmico que, a pesar de todo, celebraremos en la Pascua.

   

 

Share: