Morir preparados, eso es lo que necesitamos

 

… ¿Pero no es la salud del alma lo que la Iglesia debe cuidar más que nada?

… pierda su vida sin el consuelo de sus seres queridos y especialmente sin los sacramentos

… como ha escrito Costanza Miriano, ser llamados más que nunca a los sacramentos y a los Novísimos

… ¿O estaríamos incluso dispuestos a arriesgar un poco más, en lugar de tratar de engañarnos a nosotros mismos pensando que al dejar de vivir hemos escapado de la muerte? ¿No sería esa la verdadera victoria contra el virus?

   

 

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